Predeterminación. El dolor y el sufrimiento. La puerta de salida. (3)
Podría decirse que vivimos en “piloto automático”; permitiendo a nuestro cuerpo-mente que actúe sin darle ninguna instrucción, buscando la recompensa inmediata o dejando que nos arrastre la inercia del estado en el que nos encontramos. También puede decirse que las reacciones que experimentamos ante los acontecimientos que se producen en nuestra vida forman parte de los automatismos con los que está dotado nuestro cuerpo-mente. Si tomamos conciencia de estas reacciones, una por una, nos daremos cuenta de que se forman dentro de nosotros de manera autónoma. No son “nuestras reacciones”, porque no decidimos que aparezcan, ya que aparecen por sí mismas como consecuencia de una ley de causa y efecto. El “piloto automático” está instalado en nosotros desde el nacimiento. Gracias a él aprendemos todo lo que debemos saber para movernos en este mundo. Digamos que aquella parte de nosotros que acabará descubriendo ese piloto o bien se forma más tarde o bien se encuentra ya ahí; espera