Si quieres cambiar el mundo en el que vives, comienza por cambiarte a ti mismo (Mahatma Gandhi). Si quieres cambiarte a ti mismo, primero debes conocerte. (5)
Los impulsos o tendencias primarias nos convierten en autómatas, pues dirigen nuestra vida, la totalidad de nuestro tiempo, aún siendo conscientes de su pulsión y sin que podamos hacer gran cosa para cambiarlo. Buscamos pertenecer a un grupo, ya sea familiar, de amigos, de compañeros de trabajo, de juegos, etc. Somos seres gregarios porque está implantado en nosotros el instinto de pertenencia y es tremendamente poderoso. No decidimos formar parte de un grupo, sino que hay un programa en nosotros que nos impulsa a ello, sin margen para la discusión. Del mismo modo estamos programados para formar parejas, para buscar relaciones románticas o simplemente sexuales. Hay algo dentro de nosotros que nos impulsa con la recompensa del placer, la tranquilidad personal y la estabilidad emocional. Uno, salvo contadas excepciones, no decide buscar y crear una pareja. Algo dentro de nosotros nos impulsa a ello y si no lo conseguimos, nos castiga haciéndonos sentir mal. Nos sentimos mal cuando