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Mostrando entradas de 2015

El Camino de la Iluminación espiritual y personal

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El Camino de la iluminación Espiritual y Personal Antes de saber en qué consiste la iluminación espiritual es importante saber lo que no es. “Para saber lo que usted es primero debe investigar y conocer lo que usted no es.” (Sri Nisargadatta Maharaj). Lo mismo sucede con la iluminación espiritual. El primer capítulo de este libro es altamente clarificador ya que muchos de los obstáculos con los que nos encontraremos en este camino, que no es otro que el camino del héroe o del guerrero, son los de esperar que nuestra vida cambie sin saber exactamente en qué sentido debe cambiar, y desconocer realmente lo que buscamos. Para saber en qué consiste “el cielo” debemos primeramente conocer lo que es “el infierno”.  Es precisamente la parte dolorosa del camino, en la que nos encontramos con nuestros traumas, complejos, limitaciones y frustraciones, la que finalmente pondrá de manifiesto nuestra fortaleza y nuestra naturaleza divina. Pero para llegar hasta ella necesitamos “un mapa”

La imposibilidad de perdonar

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El perdón no es un ejercicio de la voluntad, ni siquiera lo es de la razón; si es que acaso perdonar fuera posible, ese hecho procede de otro lugar que más adelante trataré de señalar. Uno no puede decidir perdonar a un agresor del mismo modo que tampoco puede decidir amar a una persona. Si pudiéramos amar a voluntad, existiría algún “botón” que pulsar en nuestro organismo para que se generara ese sentimiento. Partimos de la base que existe un agresor con quien tienes que practicar el perdón. Puedes mostrarte amable, respetuoso y considerado con ese agresor, pero eso no quiere decir que por mostrarte de ese modo no sientas repulsa hacia él e incluso desees castigarle. Es claro que puedes contener tus impulsos, que incluso puedes obrar de modo contrario a lo que estos te están pidiendo, pero no puedes manejar la reacción que tu cuerpo, herido o humillado por una agresión, experimenta de manera autónoma, es decir, por sí mismo. También es posible negar los impulsos, re

Reflexiones sobre el amor, la pareja y la amistad. Una sociedad emocionalmente “dormida” o hipnotizada.

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Una de las mayores fuentes de sufrimiento es la que tiene como desencadenante el amor. Tanto el amor que no es correspondido, como el amor que sí lo es. El principal problema se encuentra en la mayor parte de las definiciones que nos encontramos sobre lo que es amor. Como decía en un antiguo post hay quien piensa que el amor “es darse y entregarse sin esperar recompensa”. Darse y entregarse no es un sentimiento o una emoción es una actitud. Por otra parte puede que esa actitud forme parte del ideario de algún sistema de valores éticos o religiosos, pero se encuentra bastante lejos de lo que es el amor romántico, egoísta por naturaleza, y sobre el que quiero reflexionar. Es cierto que cuando uno está bajo los efectos de la química del amor romántico, se da y se entrega uno mismo al otro sin esperar nada, pero es que uno se encuentra “dopado” y, bajo esas circunstancias, nada de lo que pueda hacer su pareja le hiere o le incomoda. Las mayores heridas, las más dolorosas y las q

La actividad en la superficie de nuestro ser. La ilusión de la diversidad. Destruyendo algún barrote de la Matrix.

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Principalmente hay un impulso básico y es el de supervivencia. Uno debe mantenerse vivo y no importa a qué precio. Este impulso, por sí solo, es capaz de generar un sinfín de actividad sin necesidad de ninguna motivación. Otro impulso, que actúa sobre la gran mayoría, es el impulso que nos lleva a perpetuarnos como especie. Para ello, la naturaleza, ha creado el anzuelo del impulso sexual –con el enorme placer que conlleva- y la emoción del amor, con sus gratificaciones químicas, con el fin de mantener unida a la pareja que procrea durante el tiempo necesario para que sobreviva la progenie: tres o cuatro años; dicen algunos científicos. Tanto el impulso sexual como el amor, en la misma media, se da en parejas homosexuales; y, además, cuando la sociedad en la que viven no oprime a estas minorías, aparecen los mismos impulsos de criar a otros seres humanos, de tener hijos, aunque sea por medios indirectos como a través de la adopción, una madre de alquiler o la inseminación arti

Describiendo la prisión de la Matrix. De lo particular a lo general.

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(En este post, utilizo algunas ideas que ya expresado en post anteriores. Son ideas que me han impactado y que completan mis nuevas reflexiones o las amplían. Me gustaría compartir con quienes lean estos escritos que cuando los inicio no sé por dónde van a continuar ni cómo van a finalizar, es como si alguna fuerza me impulsara a pensar dejando constancia de lo que pienso por escrito, quizá para que no lo olvide y más tarde lo pueda complementar. Qué se yo…) Se habla de una desconexión de la Matrix –o de Maya- como si se tratara del último peldaño de una escalera que conduce al Nirvana, a la ausencia del sufrimiento; imagino que un sufrimiento psicológico ya que por mucho que un ser humano sea capaz de alcanzar un grado elevado de iluminación, estoy seguro de que si alguien le pisara un pie diría: ¡Ay! Quizá la lectura de este post resulte un poco desalentadora, pero es necesario saber que estamos prisioneros y en qué consiste esa prisión para poder salir de ella. Me pre

El miedo sin objeto, la insatisfacción sin objeto. La ley de Tres de Gurdjieff y las tres gunas del Bhavagad Gita.

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Hay periodos del año en los que me paso la mayor parte del día físicamente inactivo. Esa quietud que mantengo me produce, aparentemente, paz y tranquilidad. Esa inmovilidad me resulta placentera por lo que física y emocionalmente “lucho” por mantenerla. Si no me muevo, parece que todo estará bien. Al mismo tiempo, paradójicamente, en esa pasividad tengo la idea de que estoy perdiendo el tiempo, de que algo está mal en mi vida, y que por ese motivo no soy capaz de hacer nada, más que mantenerme ocioso y preso de la pereza.  Esta idea me martiriza hasta el punto de llevarme, en algunas ocasiones, a la desesperación. Hasta el momento no he podido hacer otra cosa más que percibir este proceso en mí. Como se inicia y como se desarrolla hasta que un buen día parece que le llega el fin. Y realmente “le llega”, ya que objetivamente yo no puedo hacer nada por apartarlo de mí. He llegado a observar como en esos momentos, el simple hecho de decidir ponerme a preparar la comida, me prod

Pensamientos hostiles. Fuerzas adversas en el camino del guerrero espiritual.

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Creo que la mayor parte de nuestra vida transcurre en la mente. Si pudiéramos observar como aún estando realizando actividades de tipo físico, como pueda ser el cuidado personal, la preparación de la alimentación que necesitamos cada día, el trabajo diario o un simple paseo, nos veríamos ejecutando una sucesión de movimientos que apenas inciden en nuestra historia personal y que no producen, prácticamente, ningún cambio en el espacio físico que ocupamos. Sin embargo, si ponemos el objetivo en nuestra mente, en las imágines, en las conclusiones que sacamos al observarlas, y en las emociones que recorren nuestro organismo como consecuencia de ello, nos daremos cuenta de que los mayores acontecimientos que experimentamos en nuestra existencia suceden ahí: dentro de nosotros. Incluso cuando nos enamoramos de alguien, no lo hacemos de su presencia física, que sin duda influye, sino de lo que nuestra mente nos dice de esa presencia sin necesidad de que la otra parte diga nada. Nuestra m