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Mostrando entradas de marzo, 2015

Reflexiones sobre el amor, la pareja y la amistad. Una sociedad emocionalmente “dormida” o hipnotizada.

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Una de las mayores fuentes de sufrimiento es la que tiene como desencadenante el amor. Tanto el amor que no es correspondido, como el amor que sí lo es. El principal problema se encuentra en la mayor parte de las definiciones que nos encontramos sobre lo que es amor. Como decía en un antiguo post hay quien piensa que el amor “es darse y entregarse sin esperar recompensa”. Darse y entregarse no es un sentimiento o una emoción es una actitud. Por otra parte puede que esa actitud forme parte del ideario de algún sistema de valores éticos o religiosos, pero se encuentra bastante lejos de lo que es el amor romántico, egoísta por naturaleza, y sobre el que quiero reflexionar. Es cierto que cuando uno está bajo los efectos de la química del amor romántico, se da y se entrega uno mismo al otro sin esperar nada, pero es que uno se encuentra “dopado” y, bajo esas circunstancias, nada de lo que pueda hacer su pareja le hiere o le incomoda. Las mayores heridas, las más dolorosas y las q

La actividad en la superficie de nuestro ser. La ilusión de la diversidad. Destruyendo algún barrote de la Matrix.

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Principalmente hay un impulso básico y es el de supervivencia. Uno debe mantenerse vivo y no importa a qué precio. Este impulso, por sí solo, es capaz de generar un sinfín de actividad sin necesidad de ninguna motivación. Otro impulso, que actúa sobre la gran mayoría, es el impulso que nos lleva a perpetuarnos como especie. Para ello, la naturaleza, ha creado el anzuelo del impulso sexual –con el enorme placer que conlleva- y la emoción del amor, con sus gratificaciones químicas, con el fin de mantener unida a la pareja que procrea durante el tiempo necesario para que sobreviva la progenie: tres o cuatro años; dicen algunos científicos. Tanto el impulso sexual como el amor, en la misma media, se da en parejas homosexuales; y, además, cuando la sociedad en la que viven no oprime a estas minorías, aparecen los mismos impulsos de criar a otros seres humanos, de tener hijos, aunque sea por medios indirectos como a través de la adopción, una madre de alquiler o la inseminación arti

Describiendo la prisión de la Matrix. De lo particular a lo general.

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(En este post, utilizo algunas ideas que ya expresado en post anteriores. Son ideas que me han impactado y que completan mis nuevas reflexiones o las amplían. Me gustaría compartir con quienes lean estos escritos que cuando los inicio no sé por dónde van a continuar ni cómo van a finalizar, es como si alguna fuerza me impulsara a pensar dejando constancia de lo que pienso por escrito, quizá para que no lo olvide y más tarde lo pueda complementar. Qué se yo…) Se habla de una desconexión de la Matrix –o de Maya- como si se tratara del último peldaño de una escalera que conduce al Nirvana, a la ausencia del sufrimiento; imagino que un sufrimiento psicológico ya que por mucho que un ser humano sea capaz de alcanzar un grado elevado de iluminación, estoy seguro de que si alguien le pisara un pie diría: ¡Ay! Quizá la lectura de este post resulte un poco desalentadora, pero es necesario saber que estamos prisioneros y en qué consiste esa prisión para poder salir de ella. Me pre

El miedo sin objeto, la insatisfacción sin objeto. La ley de Tres de Gurdjieff y las tres gunas del Bhavagad Gita.

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Hay periodos del año en los que me paso la mayor parte del día físicamente inactivo. Esa quietud que mantengo me produce, aparentemente, paz y tranquilidad. Esa inmovilidad me resulta placentera por lo que física y emocionalmente “lucho” por mantenerla. Si no me muevo, parece que todo estará bien. Al mismo tiempo, paradójicamente, en esa pasividad tengo la idea de que estoy perdiendo el tiempo, de que algo está mal en mi vida, y que por ese motivo no soy capaz de hacer nada, más que mantenerme ocioso y preso de la pereza.  Esta idea me martiriza hasta el punto de llevarme, en algunas ocasiones, a la desesperación. Hasta el momento no he podido hacer otra cosa más que percibir este proceso en mí. Como se inicia y como se desarrolla hasta que un buen día parece que le llega el fin. Y realmente “le llega”, ya que objetivamente yo no puedo hacer nada por apartarlo de mí. He llegado a observar como en esos momentos, el simple hecho de decidir ponerme a preparar la comida, me prod